Dado que las sociedades viven un cambio constante, los artistas y gestores culturales tienen que contar con herramientas teóricas y prácticas que les ayuden a no sólo conocer su entorno de desarrollo y práctica, sino a poder incidir en él a través de la aplicación de diferentes acciones que transformen su ecosistema de manera sustentable y sostenible, con una noción del valor cultural y económico que esto implica. Acompañando a este contexto, el paradigma de los derechos culturales ha puesto en tensión muchos procesos y apuestas artísticas por lo que es necesario reflexionar que la creación artística se convierte en un dispositivo potente para posibilitar las capacidades de libertad y responsabilidad cultural que se entretejen en el ejercicio de los derechos culturales. Y esto es posible si se dota de herramientas conceptuales y metodológicas para este fin.